2 SIMPLES PASOS PARA CAMBIAR TU IDENTIDAD

 

Tu identidad emerge de tus hábitos. No naces con creencias predeterminadas. Cada creencia es aprendida y condicionada por la experiencia. Es así como lo que haces cada día, tus hábitos, se convierte en lo que eres, tu identidad.


Cuando haces la cama cada día, representas la identidad de una persona organizada.


Cuando escribes cada día, representas la identidad de un escritor.


Cuando entrenas cada día, representas la identidad de una persona atlética.



Mientras más repitas un comportamiento, más refuerzas la identidad asociada.

De hecho, la palabra identidad se origina del latín essentitas, que significa ser, e identidem, que significa repetidamente. Tu identidad es literalmente tu “ser repetido”.

Sea cual sea tu identidad, la crees porque tienes evidencia de ello.

Si vas a misa todos los domingos por 10 años, tienes evidencia de ser religioso.

Si vas al gym 5 días a la semana por 5 años, así llueva, tienes evidencia de estar comprometido con el fitness.

Los hábitos no son lo único que influye en tu identidad, pero por su frecuencia son una de las cosas más importantes. Los hábitos contribuyen la mayor evidencia que forma tu identidad.

El proceso de construir hábitos es el proceso de convertirse en uno mismo.

Cada acción que tomes es un voto para el tipo de persona en la que te quieres convertir. No existe una sola acción que cambie tus creencias, pero mientras más votos construyas, más crecerá tu identidad.

La forma más práctica de cambiar quién eres es cambiando qué haces.

Escribe una página, es un voto para tu sueño de ser escritor.

Inicia una rutina de ejercicios, es un voto para convertirte en una persona atlética.

Anima a tus colaboradores, es un voto para transformarte en un líder.

Nuevas identidades requieren nuevas evidencias. Si sigues votando por lo mismo, obtendrás los mismos resultados que siempre has tenido. Si nada cambia, nada va a cambiar.

Es un simple proceso de 2 pasos:

  1. Decide el tipo de persona que quieres ser.

  2. Pruébatelo a ti mismo con pequeños logros.

El primer punto puede ser complicado. Solo hay que trabajarlo en reversa. Veamos:

¿Quién quiero ser?

Muchas personas no saben cómo comenzar, pero sí saben los resultados que quieren obtener: un six pack (de abdominales, no de cerveza) o duplicar sus ingresos.

Entonces, ¿quién es el tipo de persona que puede perder grasa abdominal? o, ¿quién es el tipo de persona que puede obtener los ingresos que quiero?

¿Alguien que se ejercita todos los días? o… ¿alguien que busca mejorar cada proceso de su empresa?

Si quieres ser saludable, pregúntate: ¿Qué haría una persona saludable? ¿Tomaría el elevador o usaría las gradas? ¿Comería en una fonda o en restaurante decente?

Esto cambia el enfoque de hábitos basados en resultados, a aquellos basados en tu identidad. Ahora que ya sabes quién es el tipo de persona que quieres ser, empieza a dar pequeños votos, pequeños logros cada día, para dar evidencia de ello.

Tus hábitos forman tu identidad y tu identidad forma tus hábitos. Es un ciclo de retroalimentación. Recuerda que el enfoque siempre debe ser convertirte en ese tipo de persona y no obtener un resultado en particular.

El cambio de identidad es la estrella del cambio de hábitos. Los siguientes artículos proveerán el paso a paso para construir mejores hábitos para ti, tu familia, tu equipo, tu empresa y donde sea que quieras.

La verdadera pregunta es: ¿Estás volviéndote el tipo de persona en la que quieres convertirte? El primer paso no es qué o cómo, sino quién.

Tienes el poder de cambiar tus creencias de ti mismo. Tú eliges cada momento. Tú puedes elegir qué identidad quieres reforzar hoy con los hábitos que elijas hoy.

Construir hábitos no es llenar tu día con trucos de vida. No es pasarte el hilo dental cada noche o tomar una ducha fría cada mañana. No es ganar más dinero, perder peso o reducir el estrés.

Los hábitos pueden ayudarte a lograr todo eso, pero no son para conseguir algo. Se tratan de convertirte en alguien.

Tus hábitos importan porque te ayudan a convertirte en la persona que quieres ser. Son el canal en el que desarrollas tus creencias más profundas. Y por eso, debes tener la delicadeza de empezar a creer que puedes cambiar lo que crees actualmente, porque eso cambiará lo que haces cada día.

Literalmente, te conviertes en tus hábitos.

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Este artículo es la síntesis de un extracto del libro Atomic Habits de James Clear.

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